Mitos y verdades de la vida con los gatos durante el embarazo.


¿Le han dicho que el gato puede dañar a su bebé o que su cabello causará alergias? ¿Tienes miedo de la toxoplasmosis? Si es así que esta información es para ti.

Cuando eres la feliz dueña de un gatito y quedas embarazada, muchas personas te advertirán de los riesgos que el gato esconde para ti y para tu bebé, pero no te asustes porque, de hecho, hay mitos y verdades a medias que debes saber. Antes de ver a su mascota con sospecha.


Son más limpios: los gatos son mascotas limpias, pero eso no evita que sean susceptibles a las enfermedades. Ya sea que esté embarazada o no, es importante que lo lleve al veterinario a realizarle los exámenes correspondientes, vacúnelo y aliméntelo adecuadamente. Los gatos domésticos que no se van al exterior del hogar tienen un bajo riesgo de infectarse.


La toxoplasmosis es peligrosa para una mujer embarazada y, aunque un gato infectado puede transmitirle el parásito, se estima que solo el 2% de la población mundial felina lo sufre. La toxoplasmosis es causada por el parásito toxoplasma gondii, que también se encuentra en animales de granja y plantas y productos animales contaminados. De hecho, la forma más común de infección es el consumo de carne cruda o poco cocida.


En el caso de los gatos domésticos, si están infectados, la infección se puede evitar tomando precauciones como manipular las heces del animal con guantes y no exponerlas durante más de 24 horas. Básicamente, sustituye la arena de su caja dos veces al día. Si tiene un gato en casa, delegue esta responsabilidad a otra persona.

El cabello del gato causa alergias en mujeres embarazadas.

Mito: debido a que está embarazada, no se volverá alérgica al gato ni al cabello. Por otro lado, si ya era alérgica, por supuesto, continuará siendo alérgica y no querrá seguir viviendo con ellos y exponerse a una reacción grave. Una cuestión de sentido común.


Los gatos pueden arañar y lastimar a su bebé.


Verdad a medias: son animales instintivos y, por supuesto, tienen potencial, pero no es que su único objetivo sea atacar a bebés indefensos. Si su gato está equilibrado, sano y feliz, lo más natural es que despierta su instinto de protección y acepta la llegada de su bebé al núcleo familiar. Si busca en YouTube, hay muchos vídeos de gatos con una actitud protectora hacia los bebés y los niños.

Si tiene otras preguntas e inquietudes acerca de vivir con su gato o los gatos de otra persona durante el embarazo, consulte a su médico o veterinario. En general, vivir con un gato sano es lo suficientemente seguro, y si ya existe un vínculo de amor entre ellos, disfrutará mucho más de esta etapa.