Los gatos llegaron en 1988 a Australia junto con los primeros navíos ingleses que desembarcaron en Sidney. En los siguientes 50 años la especie se extendió con intención de colonizar. Desde entonces se ha puesto en peligro la vida salvaje.
Los gatos son aceptados en Australia siempre y cuando usen un microchip para rastrearlos, estén castrados y estén en casa para evitar que cacen.
El problema está en los aproximadamente 20 millones de gatos callejeros en toda Australia. Un estudio de Wildlife Research revela que los gatos son culpables de la muerte de un millón de reptiles diariamente en Australia. Sus instintos también les permiten cazar aves y mamíferos pequeños.
Esto no es nuevo ya que en 2015 las autoridades australiana hizo una campaña para financiar a cazadores y así sacrificar a 2 millones de gatos entre 2015 y 2020.
De acuerdo con National Geographic, un estudio reveló que los reptiles pequeños, aves y mamíferos tienen 20 veces más probabilidades de ser atacados por los gatos que con otros depredadores nativos. También demostró que cazan más los gatos que cualquier otro depredador.
Las estimaciones aseguran que los gatos son responsables de la muerte de 2 mil millones de animales, los relacionan con la extinción de 25 especies de mamíferos y con riesgo de desaparecer a otras 124 especies australianas.
Comentarios
Publicar un comentario