Los gatos domésticos duermen un promedio de 14 horas al día, pero cuando están despiertos, pasan hasta un cuarto de su tiempo lamiéndose para eliminar las pulgas, los desechos y refrescar el cabello que cubre su cuerpo.
Sus lenguas están cubiertas con cientos de espinas afiladas curvadas en la misma dirección, llamadas papilas gustativas, que son responsables de la dureza del sinhueso. Estas estructuras finas contienen una cavidad vacía en la punta que desempeña un papel clave en la preparación del gato.
"Se había estudiado antes cómo aumentaba el número de pulgas si los gatos no limpiaban y ya existían estudios microscópicos de las papilas gustativas. Pero fuimos los primeros en descubrir que las papilas gustativas tienen una brecha que está involucrada en lamer", dice el investigador David Hu, coautor de este libro en Sinc.
Cada cavidad en forma de "U" es responsable de recolectar saliva de la boca y luego distribuirla a través del cabello en los limpiadores. Específicamente, cada orificio puede almacenar hasta 4.1 μL (Microlitro) de saliva, lo que equivale a una décima parte de una gota, de las gotas típicas para los ojos. Además, en cada lamida, la lengua deposita aproximadamente el 50% del líquido en el manto para enfriar y regular la temperatura corporal.
De esta manera, el alivio que sienten los gatos después de la preparación depende de la capacidad de las papilas gustativas para penetrar en el abrigo hasta llegar a la piel. Esto explica por qué algunas especies de gatos domésticos, como los gatos persas con pelo largo, tienen problemas para alisarse.
"Las papilas gustativas deben llegar a la piel para disolver los aceites y el resto del material. Los gatos tienen una capa demasiado gruesa para penetrar las papilas gustativas. Como no pueden alcanzar la piel, el gato no puede limpiar completamente", dijo Hu.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores Alexis Noel y David Hu registraron imágenes de cómo lamían gatos de alta velocidad y utilizaron una técnica de tomografía asistida por computadora y mediciones de potencia-lamido, para comprender el mecanismo detrás de cada lengüetazo.
Además, analizaron el órgano de varias especies diferentes de felinos (gato montés, puma, irbis, tigre y león) que cosecharon después de su muerte natural.
A partir de los datos obtenidos, los autores del estudio diseñaron un pincel inspirado en el lenguaje del gato. Según los investigadores, esta herramienta puede ser útil para eliminar los alérgenos del pelaje del gato y para aplicar lociones y medicamentos en la piel del gato. Sus dientes curvos también facilitan la separación del exceso de cabello, lo que los diferencia de los cepillos tradicionales.