Troy Good, de 43 años, residente de Silicon Valley, alquiló un apartamento estudio de $ 1,500 dólares al mes en San José, California. Sin embargo, no se rentó el departamento para ser ocupado por el, en realidad fue alquilado para los dos gatos de su hija de 18 años, Louise y Tina.
Después de que la hija de Good se fue a la universidad, Good no pudo quedarse con los gatos (no se llevaban bien con el perro de su novia, Jack el Terrier). Entonces le preguntó a su amigo David Callisch si los gatos podían quedarse en el departamento de estudio de Callisch detrás de su casa en Willow Glen.
Callisch había planeado enlistar la unidad de la abuela en alquiler cuando supo de Good. Ahora, en lugar de los inquilinos humanos, Callisch está disfrutando de las necesidades más simples de sus nuevos felinos.
Básicamente tengo dos inquilinos que no tienen pulgares oponibles, dice Callisch a Mercury News. "En realidad es genial. Ellos son muy silenciosos y tranquilos por que obviamente son gatos. El único problema es que apesta un poco el lugar ".
Callisch visita la unidad, que él llama la "casita", todos los días para alimentar a los dos gatos, que, con un peso de 20 libras cada uno (9 Kg), se cree que son mezclas de Maine Coon y Bombay. Las buenas personas regularmente cuidan al gato y le envían fotos a su hija.
Si bien este arreglo de vivienda es único, es solo temporal. La hija de Good tiene planes de llevar a los gatos a la universidad con ella una vez que se mude de los dormitorios.
Puedes seguir las aventuras de los dos gatos de Silicon Valley con su propio apartamento en Instagram en @Tina_and_Louise.